Juanchi y compañía despidieron su último trabajo discográfico el pasado viernes por la noche en La Trastienda Club con un show contundente donde incluyeron varias canciones de la primera época de la banda.
“Agradezco que respiro” fue la primera canción de la noche y arrojó una señal: ¿estaríamos en presencia de un concierto atravesado por la nostalgia y el recuerdo? Fue la pregunta que se disparó ante semejante rescate. El segundo tema lo confirmó: “Jamaica Blood”.
“Gracias por venir, loquitos. Siempre que están es un lindo día”, destacó “Juanchi” Bailerón antes de comenzar con el que supo ser el primer corte de difusión de la última placa. Un tanto apurados por cuestiones de tiempo, luego del show perico tocaba Gazpacho, arremetieron con “Complicado y aturdido”, “El gran desfile” y “Pupilas lejanas”.
Llegó el turno de “Pianito” y, posteriormente, una aclaración “esto no es una despedida, es un hasta luego”, explicó el cantante de la banda. Otra de las viejas – nuevas canciones, “Amores ciegos”, que tuvo una excelente respuesta por parte de los presentes.
“Harlem shuffle”, tema perteneciente a los Rolling Stones e incluido en el álbum “Big Yuyo”, también dijo presente y desató un frenético baile entre el público. “Runaway” y “Nada que perder”, elevaron el ritmo cardíaco y confirmaron su mote de clásicos. Dos nuevas perlas ocultas que fueron pulidas para brillar: “Mistyc love” y “Mi flor” sorprendieron a quienes asistieron para despedir “Pura Vida”.
La intro de “Más cerca del cielo” desembocó en “Eso es real” y fue garantía de una fiesta que encontró su pico de fervor en “Big yuyo”. Martín Gutman, miembro fundador de Pericos, tomó el bajo y Alejandro Zárate se adueñó de las teclas para rememorar “Amandla” y “Movida rastafari”.
Después de “El hombre”, el escenario se colapso de señoritas que danzaron al compás de “Párate y mira”. El final llegó con “Home sweet home” pero el pedido desesperado del público logró su cometido y, ya con las puertas abiertas, hubo tiempo para disfrutar de la delicada “Despertar” y de la vertiginosa “Casi nunca lo ves”, que desencadenó el pogo y las alabanzas del final.
“Gracias por venir, loquitos. Siempre que están es un lindo día”, destacó “Juanchi” Bailerón antes de comenzar con el que supo ser el primer corte de difusión de la última placa. Un tanto apurados por cuestiones de tiempo, luego del show perico tocaba Gazpacho, arremetieron con “Complicado y aturdido”, “El gran desfile” y “Pupilas lejanas”.
Llegó el turno de “Pianito” y, posteriormente, una aclaración “esto no es una despedida, es un hasta luego”, explicó el cantante de la banda. Otra de las viejas – nuevas canciones, “Amores ciegos”, que tuvo una excelente respuesta por parte de los presentes.
“Harlem shuffle”, tema perteneciente a los Rolling Stones e incluido en el álbum “Big Yuyo”, también dijo presente y desató un frenético baile entre el público. “Runaway” y “Nada que perder”, elevaron el ritmo cardíaco y confirmaron su mote de clásicos. Dos nuevas perlas ocultas que fueron pulidas para brillar: “Mistyc love” y “Mi flor” sorprendieron a quienes asistieron para despedir “Pura Vida”.
La intro de “Más cerca del cielo” desembocó en “Eso es real” y fue garantía de una fiesta que encontró su pico de fervor en “Big yuyo”. Martín Gutman, miembro fundador de Pericos, tomó el bajo y Alejandro Zárate se adueñó de las teclas para rememorar “Amandla” y “Movida rastafari”.
Después de “El hombre”, el escenario se colapso de señoritas que danzaron al compás de “Párate y mira”. El final llegó con “Home sweet home” pero el pedido desesperado del público logró su cometido y, ya con las puertas abiertas, hubo tiempo para disfrutar de la delicada “Despertar” y de la vertiginosa “Casi nunca lo ves”, que desencadenó el pogo y las alabanzas del final.
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