Utilizando al tiempo como un aliado incondicional, se podría aseverar que Rockas Vivas (1985) significó bastante más que el registro en vivo de un artista en ascenso. De alguna manera, el cuarto álbum de Miguel Mateos/Zas fue la banda de sonido definitiva de una generación que empezaba a paladear plenamente la nueva democracia.
Eran días en los cuales la fugaz primavera alfonsinista dibujaba sonrisas donde, apenas media década atrás, reinaba el miedo, el dolor, el llanto. Y ahí estaba Rockas Vivas. Sonando en el stereo del taxista, en la discoteque de moda, en el walkman de las colegialas, en los cumpleaños, casamientos, despedidas… En cada rincón.
Hoy a 25 años de aquellos tiempos, Miguel Mateos recoge el guante y se apresta a festejar las bodas de plata de un disco que pasó ampliamente la barrera del medio millón de placas vendidas, convirtiéndose en un hito de la música popular criolla.
“Este, el 2010 será un año de festejo”, le comentó en exclusiva Mateos a 10Música, mientras debela los motivos que lo empujaron a este accionar: “Mi idea es rendirle tributo a un álbum que no sólo significó un mojón en mi carrera, sino que fue un ícono del rock latino”.
Así, el 7 y 8 de agosto el ex Zas volverá a pisar las tablas del estadio Luna Park, a exactamente 25 años de que su obra cumbre tuviera su presentación oficial. “Sí, es una fecha simbólica que quería respetar… Volver al Luna exactamente los mismos días que en esa oportunidad”, aseveró quien en aquella oportunidad voló colgado de un arnés por sobre la multitud, dibujando una de las postales definitivas de lo que fue el rock argentino en los ochenta.
Sin embargo, la celebración comenzará mucho antes. Por estas horas, Miguel junto a su inseparable hermano, Alejandro Mateos, se encuentra registrando cinco versiones con arreglos orquestales de las inoxidables canciones que coronaron al disco.
Entre ellas figurarán, obviamente, “Tirá para arriba” y “Huevos”. Al respecto, Mateos devela: “Serán versiones épicas de aquellas canciones… Se podría decir que estaremos cerca del rock sinfónico pero respetando la estructura original de cada tema. Ello no lo quiero perder”.
Además de oficiar de material promocional, en este momento, se está evaluando si dicha grabación llegará a las bateas con formato de mini álbum o se convertirá en el bonus track del disco en vivo que Mateos y su banda grabarán en el Luna durante agosto, el cual llevará el sonido de Rockas Vivas al nuevo milenio y extenderá la leyenda.
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