La décima edición del Cosquín Rock tuvo su cierre con una jornada de impecables presentaciones en las que brillaron Charly García, Die Toten Hosen, Bulldog y Jimmy Rip. Ah, además, volvió GIT.
El domingo, las grillas de cada escenario regalaban oportunidades de oír buena música, y así fue.
Los rosarinos Bulldog impusieron el primer y “más grande pogo de la tarde”, así lo definió su líder, Mantu. A base de punk rock, ofrecieron un show muy prolijo y poderoso que demuestra el gran momento de madurez musical que atraviesa la agrupación.
Mientras Walas insistía que Massacre es la banda que va a salvar al rock, los mexicanos de Zoe debutaban en la comuna de San Roque con gran aceptación por parte de los presentes.
A la vez que Carajo le tapaba el sonido a Pier; desde el principal, David Lebón disparaba las primeras de las quejas de la tarde: “¿Está tocando otra banda allá? ¡Que quilombo!”. Con la garganta tomada –problema que por suerte no opaca su función de virtuoso guitarrista-, el Ruso aportó el blues que le faltaba al festival.
Como si el día no tuviera suficientes legendarios, Pablo Guyot, Willy Iturri y Alfredo Toth saltaron al escenario para, con “La calle es su lugar” y “Es por amor”, anunciar la gira nacional reencuentro de GIT.
La perfección sonora y escénica de Babasónicos ya no sorprende a nadie. Ya sea en un festival o por su propia cuenta, los shows de Dárgelos y compañía vienen cargados de hits bailables que aseguran el buen rato. Desde “Microdancing” hasta “El ídolo”, pasando por “Carismático”, “Yegua”, “Y Qué?”, “Putita”, “Las demás” y “Cuelo rojo”.
Los tres escenarios contaron con monumentales cierres. En el temático, Viticus tuvo una presentación magistral que logró poner molesto a Mariano Martínez de Attaque 77, que le pidió al público que cantaran para armar una bola de sonido y así no distraerse.
Luego fue el turno de los alemanes. “Should I Stay or should I go” de The Clash y “1, 2, Ultraviolento” fueron los covers que Die Toten Hosen incluyó en un set en el que Campino sabe explotar sus dotes de frontman para (re)conquistar al público argentino.
El tercer reclamo llegó de parte de Juanse. Molesto por el sonido de DTH y Viticus, entre cada tema paranoico. Peso a esto, los Ratones hicieron lo que mejor saben: rock and roll. “El vampiro”, “Cowboy”, “sigue girando”, “Rock del pedazo” “Rock del gato” y “Para siempre”, fueron las canciones elegidas para calentar la noche en el principal.
Sin embargo, fue Jimmy Rip el que -ya instalado como quinto “Ratón”- sobresalió entre los locales. Mientras el Mick Jagger argentino bailaba como en los viejos tiempos y hacía de las suyas fuera del escenario, el guitarrista y productor neoyorquino tomó la voz cantante en Ruta 66 para luego dedicársela a Pappo.
“Siempre que llovió, paró”…
…Fue la frase esperanzadora con la que Charly –además de obrar de meteorólogo- podría definir su momento de vida presente. Para algunos, García está empastillado, gordo y con poca movilidad. Para otros, está recuperado y es lógico este cambio con tal de ilusionarse por mantener este flamante Charly. Es cierto, cuenta con algunas limitaciones físicas, pero aún conserva intacto el talento lírico, musica y compositivo.
“Palazzo, no me hace caso”, fue la última queja hacia la organización cuando el volumen del escenario 3 interpuso en el set que deslumbró con “No soy un extraño”, “Cerca de la revolución” y “Chips, Chipi” –donde Hilda Lizarazu se llevó una ovación general-.
“Esta es nuestra más cercana aproximación al cuartetazo”, dijo Charly antes de que el Negro García López arrancara con los acordes de “Fanky”. El clima siguió subiendo con “Demoliendo hoteles” y “Promesas sobre el bidet”.
El festival no podía terminar de otra manera. La llovizna que amenazó toda la tarde se convirtió en una nueva tormenta torrencial mientras sonaba (la cada vez más emotiva) “Rezo por vos”. Si no llueve, no es Cosquín Rock.
Para que ustedes, lectores, saquen sus propias conclusiones del nivel del concierto de García, estos fueron algunos de los temas que oficiaron de cierre: “Nos siguen pegando abajo”, “Influencia”, “Raros peinados nuevos”, “Me siento mucho mejo”, “Tu Vicio”, “No me dejan salir”, “No voy en tren”, “Deberías saber por qué?”, “Mr. Jones” –junto con Juanse-, “Rock & Roll Yo”, “No toquen”, “No se va a llamar mi amor”, “Seminare” y “Hablando a tu Corazón”.
Pasó el Cosquín Rock 2010. Habrá que esperar un año para volver a sentir el cansancio rockero.
Cosquín Rock 2010: Día 3
miércoles, 17 de febrero de 2010
Cosquín Rock 2010: Día 2
Y finalmente se hizo presente. La gran estrella de los 10 años del Cosquín Rock apareció: la lluvia. Infaltable clásico para arruinar las topper lona blancas de todo el público seguidor de las denominadas bandas “Stone”, estropear la fiesta reggae y volver a empapar a los fanáticos de Almafuerte.
Sin Sol no hay reggae
Córdoba amaneció con granizo y fuertes vientos que provocaron la evacuación de gente en algunas zonas. El festival de rock no fue exento y tuvo sus consecuencias. Las ráfagas de viento movieron la estructura del escenario 3 (que esta vez era todo de reggae) y ninguna de las bandas que allí iban a tocar pudo hacerlo. Los únicos fueron los uruguayos de Don Nadie. Luego la lluvia volvió a aguar la fiesta y por precaución fueron suspendidos todos los sets de allí. Miles de fanáticos se quedaron con ganas de disfrutar de Riddim, Gondwana, Dread Mar-I y Fidel.
Lluvia de metal
Parece que el metal y la lluvia son buenos amigos. Al igual que el año pasado, el show de Ricardo Iorio y compañía volvió a ser bajo una fuerte tormenta que, una vez más, no movió a nadie de su lugar. Las fieles huestes del metal vuelven a mostrar por qué son uno de los mejores públicos de todos los géneros.
Los metaleros que fueron a la comuna no se movieron en todo el día de ese sector (el más alejado al principal) para disfrutar desde temprano de la fuerza de poderosos bajos, desgarradoras guitarras, gargantas potentes y arrolladoras guitarras.
Ninguna banda bajó el nivel de la anterior. Una seguidilla de potencia tras otra. Desde Imperio hasta Almafuerte (por no dejar de nombrar a ninguna de las que tocaron allí). Sepultura fue el set más esperado y, por supuesto, no defraudó.
Haciendo el aguante
Luego de Culpables de este sentimiento, Ricardo Soulé arremetió en escena con su trío para recordar viejas épocas de la mano de “Génesis” de Vox Dei. Hecho que resultaba llamativo, teniendo en cuenta que minutos más tarde se presentaron sus ex compañeros para volver a entonar los párrafos la misma canción y demostrar el gran talento de Rubén Basoalto en la batería, la soberbia performance de Willy Quiroga en el bajo y el virtuosismo en la guitarra de Carlos Gardellini. Sin lugar a dudas, clásicos como “A nadie le importa si quedás atrás (Total Que)”, “Compulsión” y “Guerras” fueron una clase magistral de rock para miles de jóvenes que fueron a ver otros grupos. “Vox Dei no es una sola persona”, fue la sentencia de Quiroga al inició el mejor set de la jornada y eso quedó bien claro.
Otro de los sets que se destacó fue el de El Bordo. Con una gran multitud de gente que los acompañó, los liderados por Ale Kurz hicieron un clásico tras otro para calentar el ambiente y dejar a sus seguidores con ganas de más. De paso, hubo tiempo para presentar un tema nuevo que ya huele a corte de difusión: “Siento”.
Luego de una sobria y aceptable presentación de Cielo Razzo, comenzó la trilogía de las bandas más “Stone”. Los Gardelitos inició el camino con el mejor de los segmentos; La 25 trajo más rock and roll con “Escombro en la ciudad” y “Dame más”; y Viejas Locas cerró la noche del principal, con un sonido que por momentos dejaba mucho que desear. Por insistencia de Pity, la guitarra sonaba más alto que el resto de los instrumentos y la apreciación en conjunto no podía notarse. “Le estamos haciendo el aguante a una banda amiga”, afirmó el cantante haciendo referencia a Callejeros que debía tocar ese día y no pudo por cuestiones ya conocidas.
Con los pies embarrados y las ropas mojadas, pasó la segunda jornada
Cosquín Rock 2010: Día 1
Luego del fiasco con el volumen bajo en el último Pepsi Music, el festival más federal de todos le devolvió el rock a miles de melómanos que se congregaron en la comuna de San Roque.
Aquí los decibeles no perturban a ningún vecino. Las Sierras cordobesas temblaron en la jornada inicial de los 10 años del Cosquín Rock, y los grandes responsables fueron los que ocupan el podio de lo mejor que dejó el viernes: Las Pelotas, Skay y Emir Kusturica & No Smoking Orchestra.
El escenario tres también mostró propuestas interesantes -aunque por momentos tapaban el sonido del principal y viceversa- como los punk-rockers SteiNein, los poderosos riffs de Cabeza de Chola y algunos flashes del último disco de Mil Hormigas (la banda del Rifle Pandolfi): “El lenguaje de las arterias”.
Los ya consagrados Tristemente Célebres y Carca fueron los encargados de cerrar ese sector (que se mostró bastante vacía durante todo el día) con la fuerza que caracteriza a cada uno: desde la fuerza del bajo y la guitarra de los comandados por Eduardo De La Puente, hasta el pegadizo y aplastante ritmo con el que Carca sigue mostrando su UOIEA.
Desde temprano y bajo un Sol punzante, el escenario principal se llevó todas las miradas para los aceptables debuts de La Franela y de los uruguayos de El Cuarteto de Nos. Otra prueba aprobada fueron los videos de Peter Capusotto entre los sets de la cada vez más ascendente Dancing Mood y la afianzada Las Pastillas del Abuelo. Ambas fueron las que pusieron al público en clima para anticipar lo que sería la mejor parte de la noche.
Las Pelotas volvieron a reivindicarse de la mano de sus éxitos de aquellos clásicos que no forman parte de las pautas radiales pero que sus seguidores conocen como si fueran plegarias. Hacia el más allá partió “Hawai” con previa dedicación a Alejandro Sokol.
Hasta aquí todo venía perfecto, si no fuera porque siempre aparecen aquellos dispuestos a mear el asado. “Paren de afanar, hijos de puta!”, gritó indignado Daffunchio luego de anunciar el robo de DNI entre el público. Quizás peor se hubiera puesto si se hubiera enterado que un joven de unos 30 años fue recibió un trincherazo mientras miraba el recital, lo que le provocó un corte de unos 15 centímetros a la altura del abdomen. Sin riesgo, el muchacho fue trasladado al hospital de Cosquín.
Volviendo a lo que ocurría arriba del escenario, la banda de Daffunchio (con Tavo Kupinsky totalmente integrado como guitarrista) ofreció una performance impecable, de las mejores de Las Pelotas en mucho tiempo.
El set pelotero hubiera sido lo mejor del día, hasta que llegó el turno del ex guitarrista de Los Redondos. Con un sonido impactante y que cualquier adjetivo le quedaría chico, Skay hizo hablar a su guitarra, centrándose en su propio repertorio y haciendo delirar a la audiencia con los ya conocidos “El pibe de los astilleros”, “Todo un palo” y “Ji ji ji”. Una mención aparte merece “El fantasma del quinto piso” (del disco La marca de Caín) donde Skay mostró todo su virtuosismo con la guitarra y recibió la ovación más grande de la noche. El cierre con “Oda a la sin nombre” fue la frutilla del postre para sentenciar que su set fue lo mejor de la primera jornada.
Mientras la gente se trasladaba a presenciar la actuación de Viejas Locas, algunos se quedaron disfrutar del fantástico circo musical de Emir Kusturica. Un mundo desconocido para muchos que se llevaron la sorpresa de descubrir un show impresionante animado por el cantante Dr. Nelle Karajlic. Vestido con un traje ajustado que emulaba a una especie de murciélago que se llenó con demasiada sangre, el frontman no paró de animar al público y a ponerlos a bailar todo tipo de música Europea. Ska, boleros, tarantela, rock gitano. Kusturica y compañía llevaron a todos los presentes a un viaje sonoro por el viejo continente y la gente se enganchó rápido. Sobre todo cuando el estibillo de una canción rezaba: “Are you agree? Fuck you MTV, are you ok? Fuck you USA”.
Kusturica y compañía se atrevieron a emocionar a la gente con extractos de “Shine on you crazy diamond” de Pink Floyd, “Smoke on the Water” de Deep Purple y “Rock And Roll” de Led Zeppelín para luego terminar en una tarantela que aun así contentaba a todos. Las dudas fueron despejadas: poner esta banda, en ese horario, fue un verdadero acierto.
Sin lluvia (por ahora), y con mucho rock (¡y volumen alto!) se fue la primera de las tres noches de la especial décima edición del Cosquín Rock.