Pappo, mi rival y sin embargo amigo…
Por Claudio Gabis
Una tarde muy calurosa del verano del 68, al finalizar el ensayo diario del incipiente Trío Manal en casa de Alejandro Medina, Javier Martinez me llevó a otro ensayo en una sala de teatro “independiente” en el centro de la ciudad. Allí se reunían varios músicos muy conocidos para preparar lo que más tarde se convertiría –de alguna forma- en Alma y Vida. El objeto de la visita era escuchar a un joven guitarrista, nuevo en el ambiente, que todos decían que “prometía mucho”. Cuando llegamos, ví por primera vez a Pappo, un muchacho flacucho arrodillado en el escenario, golpendo e insultando a un pedal que sostenía en las manos y amenazaba con arrojar lo más lejos y violentamente pósible. El Carpo estaba en cueros (la sala era un infierno de calor y humedad) y parecía muy, muy contrariado. Nos presentaron mutuamente como “guitarristas de blues” y entonces él me preguntó: “¿sabés algo de distorsionadores?. Compré este, anduvo fenómeno una semana y ya no funciona más”. Yo ya tenía cierta experiencia con esos bichos, así que lo tomé en mis manos y busqué como abrir el portapilas. “¿Le cambiaste las pilas? –le pregunté- puede ser que se hayan gastado”. Me miró atónito, y con su típica carcajada carpiana, esa que asustaba, pero nunca mordía, me contestó: “Que delirio. No tenía ni idea de que este relajo funcionara con pilas”. Salió corriendo y un par de minutos después volvió con un par de everredis nuevas. Entonces empezó a tocar, y me dí cuenta de que yo no estaba más sólo en aquello de tocar guitarra de blues. Estaba también Pappo, ¡y de que manera!. Allí, inmediatamente, nació entre ambos una amistad pisciana y guitarrística –mucho más fuerte que nuestra supuesta rivalidad como violeros- que duró hasta que me fui del país en el 72. Durante esos años, aprendimos mucho el uno del otro, nos pasamos yeites, tocamos horas sin parar en nuestras respectivas casas y también –¡que lindos recuerdos!- pateamos juntos, charlando sobre chicas y música, las calles de Caballito y Paternal y las vías de carga de Barracas y Avellaneda. Cierro los ojos, me concentro, y vuelvo a escuchar los sonidos de su increible carcajada y su insuperable guitarra.
"Para que no jodas más"
Por Machi Rufino
Lo que voy a contar muestra como era realmente Pappo, como eran sus sentimientos de amistad, y en éste caso concretamente hacia mi.
Por la época en que tocabamos juntos con Pappo's Blues, obviamente pasábamos mucho tiempo juntos con él y Pomo, así que llegamos a conocernos bastante, cuales eran nuestros gustos en musica etc,etc. A mí desde siempre me gustaron muchos otros estilos de música, cosa que Pappo realmente no compartía conmigo, para ser más preciso, todo lo que fuera medio jazzero, a él le interesaba poco o nada. Había una banda por aquel entonces llamada "Chicago", que a mi me gustaba mucho, pero como dije antes, era un gusto que no compartíamos.
Ya habíamos dejado de tocar Pomo y yo con Pappo, estabamos con Spinetta en Invisible, y Pappo habia viajado, primero a Europa, y después a USA, en uno de los tantísimos viajes que hizo, y no había contacto entre nosotros, no era época de email y demás, y ocurre que un dia me tocan el timbre de casa, preguntan por mi, y la persona que me buscaba me dice: "vengo de USA con algo para vos de parte de Pappo", mi sorpresa fue enorme, al ver que mientras me decia ésto, me daba un paquete bastante voluminoso, cuando lo abro, adentro estaba un album de Chicago con cuatro discos grabados en vivo en el Carnegie Hall de Nueva York, una edición de lujo, que ademas traía varios posters que jamás se edito en Argentina, y que por supuesto todavía está conmigo, y una carta del Carpo, (sí debo ser uno de los pocos a quien le haya escrito una carta), donde me decia: "Aquí te mando el disco éste de Chicago, para que no jodas mas"..., y luego me detallaba todos los grupos que había visto tocar, y una lista de los que iba a ir a ver la semana siguiente, y con algunos dibujos hechos por él...
Lo que me conmueve, es pensar que sin compartir conmigo el gusto por esa banda, se tomó el laburo de buscarlos, comprar el disco, (quizás estando corto de dinero), y finalmente conseguir una persona de su confianza para hacermelo llegar...
Todo un gesto de amistad, que nunca voy a olvidar, como tantos otros...
"¿Sabés 'Adonde está la libertad'?"
Por Bonzo Morelli
En el año 2000 Pappo vino a presentar el disco Pappo & Amigos a Rosario; yo supe que el iba a hacer prensa el día anterior y me fuí con el compact para que me lo firmara, cuando estábamos charlando en el hall de la radio él me preguntó: "¿Cómo era tu nombre?", yo le respondí "Bonzo" y el hizo un gesto como si me conociera desde siempre, ahí me preguntó si quería tocar con él, yo le dije que por supuesto!!!! y me dijo: "¿Sabés 'Adonde está la libertad'?", yo le dije: "Se todos" (risas). Yo lo escucho desde que era pibe así que me conozco de memoria toda su carrera, a todo esto yo no lo podía creer ya que él nunca acostumbraba a invitar a tocar a un guitarrista.
Al otro día tocamos dos temas y el me llevó adelante para hacer un duelo de guitarras, y la verdad terminamos prendidos fuego y cagándonos de risa.
Fué uno de los mejores momento de mi vida, llegar a tocar con mi ídolo y mi maestro.
A los dos meses me enteré que había un festival en Autopista Center, en el que tocaban La Mississippi, Memphis y Pappo's Blues y me fuí.
Cuando bajo del escenario en la prueba de sonido me dio un abrazo y me preguntó: "¿Ahora te dan Pelota?" yo le dije que mucho mas y le di las gracias de nuevo.
Pero lo gracioso de ese día fué que el se tiró a descansar en el colectivo negro y como hacía calor abrió la compuerta de atrás y puso un ventilador gigante, al rato se levantó desperezándose en calzoncillos slip y se paseó por todo el backstage sin importarle nada, en ese lugar había periodistas y gente y todos lo miraban y se cagaban de risa y el como si estuviera en su casa en cuero y en calzoncillos, increible, inclusive puso la Harley en marcha y empezó a acelerar, imaginate el quilombo que hacía alli adentro...
"Las guitarras son para hacerlas mierda"
Por Gabriel Delta
Cuando empecé a tocar la guitarra con mis amigos se hablaba siempre de los referentes que uno tiene para escuchar y aprender, era inexorable para aquellos que nos gustaba el Blues no tener a Manal y a Pappo como fuente de inspiración. En el 92 ya estaba dentro del circuito y tuve la posibilidad de hacer unos cuantos conciertos como guitarrista de Alejandro Medina con quien una noche después de tocar nos fuimos al Marquee donde tocaba el Carpo, esa fue la primera vez que lo conocí personalmente. Obviamente le pedí que me firmara la guitarra, pero no teníamos con qué, así fue que aparecí con un sacacorchos y el me miró se entró a reir y me dijo: " Está bien, las guitarras son para hacerlas mierda", y me la firmó.
Después por distintas situaciones en mi carrera, ya sea por estar tocando con Vitico o con Botafogo, tuve la oportunidad de compartir el escenario con el Carpo lo que me permitió conocer no solo al músico sino también al Pappo hombre.
Hoy lo recuerdo y me despierta una sonrisa, era un grande.
Si miro al cielo es para dar gracias, soy argentino, toco la guitarra y amo el blues y puedo decir que en mi carrera tuve la bendición de tocar con Pappo. Gracias, hoy sigo tocando blues en los escenarios europeos con mi vieja guitarra firmada con un sacacorchos; es que mi guitarra y yo tenemos una extrana relaciòn...
"Disculpen, es que estoy un poco excedido de peso"
Por El Griego
Es difícil seleccionar una sola anécdota, pero más dificil es encontrar una publicable...
Estabamos en la pileta de un hotel en San Pedro en enero del 2003, habíamos ido a tocar al primer San Pedro Rock, no sabíamos que había pileta en el hotel, por lo tanto no teníamos short, así que como hacía un día espectacular tratamos de buscar algún slip que pueda llegar a zafar como para tirarnos igual al agua, tratamos de pasar desapercibidos pero con "el loco" eso era imposible, la cuestión es que ya en la pileta y después de una pequeña carrera se tiró al agua y empapó a unas minas que estaban dormidas tomando sol del otro lado de la pileta, éstas se levantaron con una mezcla de indignación, odio y ganas de matar a alguien, y cuando emergió del agua las miró y cagándose de risa les dijo: "disculpen, es que estoy un poco excedido de peso".
La situación era muy graciosa, las minas lo vieron y no pudieron hacer otra cosa que cagarse de risa también... obviamente no pudimos pasar desapercibidos, todos en calzón...
Bueno, son muchas las anécdotas ésta es solamente una, como para recordarlo con una sonrisa.
La Gorda y la Manguera
Por Vitico
Pappo era el personaje más extravagante que he conocido, con un gran talento para la música y una actitud ante la vida absolutamente rockera, con un sentido del humor extraordinario y una gran persona. Si yo tengo que decir algo de Pappo resumiéndolo en pocas palabras es que fue mi mejor amigo y mi peor enemigo. Sea como sea considero que es una persona absolutamente irreemplazable.
Resulta que nos fuimos a hacer tres fechas a Rosario con Pappo’s Blues en el año 79 (allí fue cuando decidimos poner otro guitarrista para rellenar cuando Pappo hacia los solos). Yo había llevado una guitarra Ampeg transparente (como la que usaba Keith Richards con los Rolling Stones) y después de terminar las actuaciones nos fuimos a un cabaret y elegimos a la rubia más gorda y le preguntamos cuanto valía una hora de su tiempo; entonces la llevamos al hotel y le colgamos la guitarra transparente y la hicimos bailar una hora en bolas con la guitarra colgada. Creo que nunca nos reímos tanto.
Luego, nos habían querido dejar de pagar un show y entre los dos apretamos a los organizadores hasta que cumplieran y para que se acordaran de nosotros dejamos el cuarto del hotel totalmente destruído como si hubieran pasado los Who. ASI NACIO RIFF.
Hay una escena que se me viene todo el tiempo a la cabeza; corrían los años ochenta y estaba de moda lo Punk hasta en Argentina, entonces en un show en Córdoba en que nos habían venido a ver muchos punks, el público nos escupía y no paraba de escupirnos, tanto que no se podía tocar porque los diapasones de las guitarras estaban todos resbalosos (una asquerosidad). Ellos lo hacían como una forma de gratitud, incluso yo me tragué un pollo cantando 'Mucho por hacer'. Pero llegó un momento en que tuvimos que dejar de tocar y en ese momento Pappo dijo “Che, no escupan más, porque si escupen una sola vez más, saco la manguera con mierda que hay atrás del escenario y los lleno a todos de mierda”. Nadie más escupió y terminamos el show felizmente.
Vitico (Victor Bereciartua) compartió innumerables momentos con el Carpo, tanto arriba como abajo de un escenario. Amigos desde los años setenta, cuando tocaban juntos en La Pesada, es a principios de los ochenta cuando juntos deciden armar Riff, sin dudas la banda más exitosa de sus respectivas carreras como músicos.
La sonrisa del Carpo
Por Miguel Cantilo
Conocí a Norberto Napolitano en mi casa de la calle Conesa, en el barrio Belgrano de Buenos Aires, en el año 1971. Venía a ensayar en una sala acustizada que yo cedía en ratos de ocio a grupos de amigos. Ya cuando lo conocí, lucía un yeso en toda su pierna derecha por una quebradura provocada por un accidente en moto. Entraba en mi casa y estacionaba su portentoso vehículo en un pasillo.
Nos hicimos amigos durante un tiempo en el que él ensayaba con músicos de la Cofradía de la Flor Solar, que también intervenían en mi proyecto. El grupo que él estaba intentando se llamaba "La Bola de Destrucción" y en él tocaban Néstor Paúl el bajo, Quique Gornatti la segunda guitarra y Rubén Lezcano la batería. Pappo venía de disolver una formación de Pappo's Blues con Black Amaya y David Lebón y empezaba otra con Pomo y Machi.
Compartimos situaciones copadas como por ejemplo cuando me acompañaron a animar una fiesta boliviana en la Villa 31 del Padre Carlos Mugica. Allí zaparon a trío Spinetta, Pomo y él en una juntada memorable, arriba de un techo, más de una hora.
La foto que acompaña este aporte mío a su homenaje pertenece al día de mi casamiento con mi primera mujer. El detalle más emotivo para mí consiste en que están todos con camperas menos Pappo, que está en mangas de camisa porque su espontáneo "regalo de bodas" había sido una campera de jean en uso. "Tomá, te regalo mi campera reventada" me dijo cuando íbamos hacia el registro civil.
El intervino también en el solo de "Blues del Exodo" y el acompañamiento de piano, en el disco "Conesa" a pesar de que me pidió, por alguna razón, que no lo pusiera en los créditos. Sin embargo, alguien me comentó que no hace mucho le preguntaron cuáles eran los discos de rock nacional que més le habian gustado y uno que señaló fue "Conesa".
Nuestra amistad se renovó en España en 1978, cuando venía también de visita a mi casa con Botafogo y su baterista Darío, con quienes actuaban en Madrid. En ese entonces pude tener charlas íntimas con él y en una de ellas, hablando sobre la vida y la felicidad recuerdo que me dijo: "Yo solamente soy feliz mientras estoy tocando".
Cuando regresamos todos de nuestros exilios y ausencias yo tocaba con mi grupo Punch y él con Riff. Compartimos algunos escenarios como el de Barrock 82: Cuando yo tocaba con Punch o con Pedro y Pablo la gente hacía los dedos en ve, cuando salía Pappo con Riff saltaban haciendo los cuernitos.
En los últimos años nos fuimos alejando pero nunca con mala onda. Siempre que nos veíamos era con sonrisas y bromas. Por eso me sumo a este recuerdo; porque la forma adecuada de mantener a un ser querido vivo en el corazón, es recordarlo con una sonrisa en los labios, en sus buenos momentos.
El inolvidable Nogal Thomas
Por Gustavo Rubinsztein
Estábamos sentados los dos esa noche en la esquina de Libertador y Coronel Díaz, conversando de lo mismo que siempre conversábamos, de lo que nos unía, de lo que tanto amábamos y nos apasionaba, el Blues. Charlábamos justo en el mismo lugar dónde nos habíamos conocido el día que me acerqué cuando pasé caminando y lo vi; estaba solo con Cactus, su perro, y me animé a preguntarle si no le molestaba que le cuente un segundo mi emoción de haber vuelto hacía solo días de visitar la tumba de Albert King en Arkansas, USA. Porsupuesto que yo me animé por saber que eso no lo iba a molestar, y así fue que me dijo que podía sentarme.
Nos quedamos horas compartiendo historias. Pero esa noche, en medio de la conversación me miró a los ojos y me pregunto en forma desafiante: "Vos que viajaste y viste muchas cosas también, conocés un lugar que se llama Nogal Thomas?, es un club de Blues de una entrada plateada con dos palmeras, ahí toca un morocho que se llama igual: Nogal Thomas". Comencé a hacer memoria, a repasar la data propia, me tomé unos segundos; nada se asociaba a ese nombre, entonces le dije con un algo de temor a quedar mal parado: "No, no recuerdo haber escuchado nada de ese nombre". Él se agarró la mandíbula como satisfecho y me dijo: "Claro, porque no existe, a Nogal Thomas lo soñé yo; Nogal Thomas debo ser yo". Ahí se generó esa suerte de personaje algo imaginario y tambien algo real, ese mito de comenzar a llamarlo Mr. Nogal Thomas; y que tan feliz a él lo hacía.
Las noches de Club X en Palermo tocando para poca gente, con él sentado, cantando en inglés, haciendo zapada pura de los clásicos más clásicos del Blues más morocho que nos juntaba los corazones y nos hacía emocionar tanto... Con su Flying V, ponía las letras que en la semana me encargaba imprimir, y se despachaba con versiones de B.B., Otis Rush, Bobby Bland, Albert King, Howling Wolf y John L. Hooker.
Era otro, lo presentábamos como el hombre entrado en años que llegó desde Chicago; y él se sentaba y disfrutaba mucho, sonreía, tenía el dibujo hermoso de felicidad en el rostro que quienes han tenido la suerte de ver esos días, jamás podrán olvidar.
A veces se acerbaba alguien que entraba casualmente y lo veía a él tocando, le decían: "Tocate Sucio y Desprolijo", o algún desentendido le gritaba "Desconfío"; él se daba vuelta, me miraba sonriente y complice me decía: "Me confunden con otro".
Esa es la imagen que hoy quiero en mi mente y en mi corazón, ésa es la imagen que tan feliz me hace al recordarlo y tanto me duele que ya no esté. Hoy que los medios que tanto decían quererlo e idolatrarlo, a pocos días ya no lo nombran más; hoy que muchos compiten cuánto tiempo estuvieron a su lado, y tan poco entendían su lucha; hoy que tenemos que levantarnos cada mañana, y ver que tuvimos el sueño del que no sabemos si despertar o no; si reir o si volver a dejar que los ojos se empañen; un sueño que no se si fue o si es: El sueño de haber llegado a conocer al querido y al inolvidable Nogal Thomas.
Fin de semana con el Maestro
Por Ale Ramos
Viernes 29/8/03- 20:30 hs. Interior de un confortable Chevrolet Astra turbo diesel a 120 kilómetros por hora, con proa a Villa Elisa, después de una rápida parada en "La Chamarrita" para cargar agua caliente y un tinto, en ese orden. Un amargo cebado por mí y un trago del pico. "Eso es lo mágico del blues –dice el Maestro– o de esta música que tocamos, que nos lleva a lugares tan distantes y diferentes; ahora vamos con vos a tocar en Entre Ríos y yo hace un mes estuve tocando con Johnny Winter en Madrid, es más, tengo una remera que dice "J. Winter - Pappo’s Blues...". Y yo lo escuchaba cuando tenía 17 años y me cagaba de risa y sacaba sus solos en el tocadiscos en mi pieza de la casa de los viejos... Y ahora trato de explicarle rápidamente la localización de Rosario del Tala, el silencio de las siestas, su mínima cantidad de habitantes y mi feliz adolescencia escuchando en esos vinilos gloriosos: "El viejo", "Detrás de la iglesia", "Stratocaster Boogie"... Y lo único que me sale: ¡a mí me está pasando lo mismo! El manager, manejando, me mira y me dice, mientras cruzamos la entrada de Colón: "¡Tres puntos para vos!"
Domingo 31/8/03- 11:30 hs. Campo en Federal, acoplado de un destartalado tractor del año 60 (tres ruedas, una pinchada y levantada con un taco de madera) abundantes escopetas, el Maestro con su propia Winchester de siete tiros, el Tucho no se con qué y yo con un pistolón del 16 de doble caño... Todos con una bruta botella de Mariposa y a los tiros contra la inexistente fauna... Olor a pólvora... Sol... Camino arado... Pappo que se pasa al volante del tractor y yo al enganche de la lanza y un alambrado que obstinadamente se nos cruza adelante, ¡bah!, 30 metros de palos de ñandubay y siete hilos... Cuando logra parar el tractor se da vuelta, me mira y me dice: ¡UUUUAAAAHHH!!!!!!!!!!!! (idioma Napolitano). Lo miro al dueño del campo (el Eric) que se encoge de hombros: "¡A este alambrado lo dejo así y lo encuadro: 'éste lo tiró Pappo'!"
LA NERCA NO!!!!"
Por Gabriela Sinagra
Hace no menos de cinco años, una de las tantas veces que Pappo vino a tocar a Rosario, el dueño del "Chicago Blues", el Negro (que lamentablemente murió hace unos tres años y con él nuestro refugio blusero), siendo uno de sus tantos fans y a sabiendas de que a Pappo le gustaba mucho el asado, le preparó él mismo uno y lo invitó a cenar y también nos llamó a algunos de los músicos más cercanos, me refiero a quienes tocábamos periódicamente en el Boliche. Y cómo me pasa muy a menudo -por no decir siempre- suelo ser la única mujer. Así que ni bien llegué a la mesa empezó el sondeo y la presentación correspondiente; yo estaba sentada justo enfrente de él. Cuando llegó "la mercadería a la mesa", supongo que haciendo gala de su caballerosidad, levantó su plato hacia mí y me dijo que me sirviera, y yo entre la variedad de cosas que había en él pinché un pedacito de carne. En ese preciso instante él con su mejor voz del Blues y abriendo sus ojos endemoniadamente, me dijo: "LA NERCA NO!!!!", y bueno, así como la había pinchado, la despinché y pinché alguna otra cosa..
Esta anécdota y otras me pintaron un tipo "íntegro", que era lo que era y se la aguantaba, con sus cosas, como todos, cuestionables y no, pero aunténtico, niño también. Cuando a uno se le muestran tal y cual somos, nos dan la oportunidad de elegir con quién y por qué estar; esto es lo que lo traerá siempre a mi memoria con mucho respeto. Ojalá los seres humanos nos contagiáramos de "la verdad", cualquiera que sea, la de cada uno.
Pappo en una entrevista con la Revista Pelo, 1977
Pappo (Pelo 1977)
"Ahora me dedico mas a la música que antes, ahora toco cuatro horas por día. Bueno en realidad son cuatro horas día por medio. Además toco con el conjunto, dos semanas antes de cada actuación, de este modo, cuando tocamos venimos embalados y no estamos cansados de tocar siempre los mismos temas."
"A todos los músicos argentinos les haría muy bien ir a tocar a Inglaterra. Estando allá uno vive mucho mas intensamente el movimiento de rock, porque es un 90% de rock y un 10% de burguesía. Aquí no existe el movimiento de rock; creo que los músicos no progresan. Porque el país es depresivo, la gente se viste de gris y el sistema de conexión de persona a persona todavía no fue descubierto. El sistema de conexión que usan las personas en este sector del planeta no me gusta, me gusta mucho mas el que usan en Inglaterra."
"Antes era un tipo como cualquier otro, hasta que me dí cuenta por ciertas amistades, de que el rock and roll rompe todo."
"Yo siempre me dí cuenta (de que en Argentina no había movimiento de rock), lo que pasa es que anteriormente me lo imaginaba para vivir un poco mas contento."
"Pelo: No hay cierto desprecio por parte de los bluseros, hacia los músicos que encaran al rock saliendo de los tres tonos?
Pappo: Es inútil luchar por una causa tan inferior a lo que es el cosmos."
"Pelo: Porqué el blues y el rock cuadrado suelen engendrar violencia?
Pappo: Yo opino que es calentura. La gente quiere saltar y correr y por ahí uno le pega un bife a otro sin darse cuenta y se agarran a trompadas. El blues no propone violencia, el blues propone sentimiento, tristeza, fuerza espiritual y verdad, sobre todo verdad."
"Yo no soy un guitarrista "vedette", lo que pasa es que hice mi propio grupo que se llama Pappo´s Blues y yo me llamo Pappo y hago todo. (...) La gente que estuvo conmigo estuvo de verdad; yo nunca toqué porque tenía que cumplir un horario. De todos modos no hay necesidad de que la estrella sea el guitarrista; en los grupos de blues puede haber un saxofonista estrella, o un pianista estrella, o todos estrella.
Pelo: Porqué en tus grupos no pusiste nunca uno de esos instrumentos?
Pappo: Porque me molestan, me molesta el sonido, a mí me gusta el sonido de guitarra bajo y batería. (...) Además el piano es un instrumento para estar tranquilo y con mi música no se puede estar tranquilo."
"Pelo: Cuáles son tus expectativas y tus ambiciones como músico?
Pappo: Yo quiero poder tocar bien la guitarra.
Pelo: Estás muy lejos de eso?
Pappo: Es como si todavía no hubiera empezado."
"Pelo: Podés definir la línea compositiva de Aeroblus?
Pappo: Es lo que viene después del rock cuadrado. En la música hay varias categorías, que empiezan por el blues, el que se cansa de hacer blues, pasa al rock; el que se cansa de hacer rock pasa al progresivo; el que se cansa del progresivo pasa a la música elaborada; el que se cansa de la música elaborada pasa a la música electrónica: y el que se cansa de la música electrónica se vuelve loco."
Anécdotas sobre Pappo
miércoles, 24 de febrero de 2010
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