Un rescate del Expreso Imaginario

martes, 26 de octubre de 2010


El Expreso Imaginario, la revista que marcó a toda una generación, está de vuelta entre nosotros. No se trata de un relanzamiento editorial, sino de un rescate que busca recuperar esos textos y esa cultura, por un lado, y mostrarle a las nuevas generaciones cómo se pensaba en aquellos momentos tan oscuros de nuestro país.

laexpresoimaginario.blogspot.com es un blog homenaje en el cual se encuentran escaneados y en formato pdf los principales artículos de los 78 números que conformaron el Expreso. Encontrar ejemplares del Expreso en las librerías de usados de la Avenida Corrientes resulta prácticamente imposible. En Mercado Libre se llegan a comercializar ejemplares sueltos a $100 cada uno. Gracias a Freddy Berro a Selba Nucni, este material queda al alcance de todos.

“El rock argentino fue mi tabla de salvación y la de muchos. Porque además de la música y el contenido de sus letras, fue la puerta de entrada al mundo del arte y de la lectura”, dice Freddy en su editorial. “La Expreso, como la llamábamos entre quienes la comprábamos en aquella época, fue en cierta medida la revista de cabecera de todos aquellos que queríamos cambiar el mundo o por lo menos de querer hacer de este mundo un lugar mejor. Era el empujón mensual de creer que no moriríamos en el intento. Era la confirmación de que no se necesitaban de grandilocuentes proezas para ser todos los días un poco más naturales y humanos”.

El escaneo del material fue realizado por iniciativa del propio Pipo.

Este referente indiscutido del rock y la cultura joven argentina durante la dictadura, dejó de publicarse en diciembre del ’82. Fundada en 1976, con Jorge Pistocchi y Pipo Lernoud como directores, por sus páginas pasaron algunas plumas notables: Alfredo Rosso, Fernando Basabru, Claudio Kleinman, Roberto Petinatto… y el propio Rodolfo Páez fue corresponsal en Rosario. El director de arte (con su estética tan representativa) era Horacio Fontova y el manejo económico estaba a cargo de Alberto Ohanián. Daniel Ripoll compró la marca y la relanzó unos años después, pero ya no era lo mismo.

Los responsables de la iniciativa son los mismos que llevan adelante otros blogs de invalorable aporte a la preservación de nuestra historia cultural: Aguante la Cofradía, Los Libros del Rock Argentino y Al remango, entre otros… además del inolvidable y fundacional Incunables Posludios

“Nunca van a tener idea de la real dimensión de lo que han hecho por nosotros. Por eso, decirles simplemente gracias, quizás sea muy poco”, culmina Freddy.

BREVE HISTORIA DEL EXPRESO
Por Pipo Lernoud

El comienzo de la dictadura más sangrienta de la historia latinoamericana –lo que ya es decir mucho- no es una buena oportunidad para empezar una revista basada en la libertad y la exploración.

En realidad la idea ya tenía su tiempo de rodaje. Había surgido de la cabeza eternamente creativa de Jorge Pistocchi, ex mecenas de Almendra, ex director de la revista Mordisco, especializada en rock. Jorge me contactó a mediados de 1975 con una carpeta con dibujos y notas, un logo y la primera tapa ya diseñada.

Empezamos a buscar financiamiento para el proyecto, y pensar en armar un equipo. El primero que se nos ocurrió fue Horacio Fontova, el “negro renacentista”, actor, dibujante, músico, escritor y viejo amigo de las noches de naufragio con Miguel Abuelo y Tanguito. Horacio le pondría la impronta estética al Expreso, una personalidad que la destaca entre las revistas de la Argentina y probablemente del mundo. Jorge trajo a Alfredo Rosso, que estaba terminando la colimba y escribía para su anterior revista, Mordisco. El veinteañero Rosso trajo a dos amigos, Claudio Kleiman –compañero de la colimba- y Fernando Basabru.

Cuando finalmente, después de meses de búsqueda y pruebas fallidas, apareció el editor-financista, el abogado Alberto Ohanian, ya era verano. 1976 se nos vino encima, y con él el golpe militar de Videla y sus secuaces. Nos reunimos y nos preguntamos: ¿Qué hacer?

La decisión fue seguir adelante, ver cómo venía la mano, no hablar de temas urticantes: política, religión, drogas. Decir las cosas a través de otros, con metáforas literarias y artísticas. “Hay todo un mundo fuera de lo que está prohibido, y vamos a recorrerlo para no asfixiarnos. Parezcamos una revista de música a los torpes ojos de los censores.”

Las reuniones de redacción, delirantes y creativas, eran lo que hoy se llamaría un brain storming, sólo que las ideas y las tormentas eran muy extremas, motorizadas por la brillante imaginación de Jorge y el humor corrosivo del Negro Fontova. La redacción era como una extraña isla de libertad en medio de una ciudad callada y asustada.

Ya se sabe que las tapas del Expreso fueron una marca indeleble de la revista, y un toque de color y locura en los kioscos monocromos y censurados del Proceso. La idea era que cada tapa fuera diferente, y contara una historia por si misma. El famoso tomatazo a Travolta, símbolo de la cultura pasatista que la dictadura quería imponer, es un ejemplo.

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