Spinetta en Vélez

sábado, 5 de diciembre de 2009







A eso de las 22 hs, con una hora de demora de lo pactado originalemente, Spinetta salió a escena. Primero agradeció a muchos de los músicos que tocaron con él durante su extensa trayectoria y que no pudieron ser de la partida de este concierto de sus Bandas Eternas (Pedro Aznar, Frank Ojtersek, entre otros) y disculpándose ante los músicos que le gustan y que no serían versionados esa noche (Moris, Indio Solari, Andrés Calamaro y Hugo Fatorrusso). Y luego con su banda actual y el bellísimo "Mi elemento", comenzó el recital.
Hubo dos segmentos bien marcados en el show, y cada uno de ellos contó con 25 canciones. En el primero, repasó temas de Jade y de su trayectoria solista con la multitud de invitados, se permi´tió hacer covers de gemas ajenas ("Mariposas de madera" de Miguel Abuelo sólo con su guitarra, "El rey lloró" de Litto Nebbia, "Adonde está la libertad" de Pappo con Juanse en voz). Las intervenciones de históricos tecladitas de Jade como Juan del Barrio, Diego Rappoport y Leo Sujatovich dieron un clima de intimidad casi inédito para un estadio de fútbol. Más que nada los dos últimos que, acompañano a la casi desnuda voz del flaco, brillaron con "Ella también", "Umbral", "Era de uranio" y "Vida suempre". Fito Paéz puso su piano al servicio de "Las cosas tienen movimiento" y "Asilo en tu corazón"; Gustavo Cerati cumplió el sueño del pibe al cantar "Té para tres" y "Bajan" y, tras una toma de hip hop de "Necesito tu amor" de Manal con Dante y Leeva, una hermosa versión de "Filosofía barata y zapatos de goma" fue el preludio para la aparición de Charly García, con uno de los plenos de la noche: "Rezo por vos".
En el segundo set comenzó con el recuerdo al desaparecido Daniel Wirtz y una formación de los Socios del Desierto con el original Marcelo Torres y Javier Malosetti en batería. Y luego, el Everest de la noche: Invisible. Spinetta, Machi y Pomo, o como un power trio puede sonar como una orquesta sinfónica, desafiar el paso del tiempo, aplicar métricas imposibles y sensibilizar hasta las piedras con crescendos explosivos. El final fue con Lito Epumer haciendo las veces de Tommy Gubitsch y el "Amor de primavera" de Tanguito. Sin solución de continuidad, la reunión más festejada: la de Pescado Rabioso, con David Lebón en guitarra y Guillermo Vadalá en bajo, "Poseído del alba" fue el comienzo soñado que muchos jamás pensábamos ver en nuestras vidas, seguido del "hola dulce viento" de Lebón. En "Serpiente" el diálogo a lo Génesis de las dos guitarras con el Hammond de Carlos Cutaia fue tan épico como marcaba la leyenda. "Me gusta ese tajo" tuvo a Bocón Frascino como invitado en viola y el fin ni más ni menos que "Post crucifixión". Y, por último, Almendra. La comunión entre Del Guercio, Molinari, García y Spinetta es la de esos cuatro chicos de Belgrano que de buenas a primeras pintaron su aldea y, de paso, el mundo de todos los argentinos, al menos.
Ricardo Mollo sumo su guitarra para "8 de octubre" y tres hitazos cerraron la fiesta: "Seguir viviendo sin tu amor", "Yo quiero ver un tren" y "No te alejes tanto de mí".










































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